viernes, 1 de julio de 2011

Sazón real

Los Flamantes novios


El Cocinero


Boceto del Salón de la Cena Real

Cincuenta y cinco años han transcurrido desde la última Boda Real celebrada en el glamoroso Principado de Mónaco, que, enclavado en la costa azul, ha sabido capitalizar la existencia de esta especial familia reinante: divorcios, matrimonios anulados, viudez, hijos ilegítimos sazonan estas cinco décadas.

Alberto, que ha contado recientemente que lo enamoró el talento para la cocina de la futura Alteza Serenísima, y Charlene celebran ahora su boda con grandes festividades, en las calles del principado instalaran gigantescas mesas de buffet para que el pueblo “monaguesco” disfrute y se sienta parte de la celebración real.

La ceremonia religiosa se realizará en el Patio del Palacio y posteriormente unos 500 invitados, organizados en mesas redondas de diez comensales, probarán en los salones y terrazas de la Ópera Garnier un menú de tres platos y un postre.

El célebre chef francés Alain Ducasse, encargado de la elaboración de la cena oficial, aseguró que los invitados degustarán un menú "magnífico, elegante, sano" y seductor tanto para el gusto como para la vista. Ducasse, residente en Mónaco desde hace casi un cuarto de siglo, aseguró que los platos combinarán "los sabores del mar y de la montaña", con productos locales que no incluirán la carne. "El 95 por ciento de los alimentos y bebidas que se sirvan en la cena nupcial se produce en un radio de 10 kilómetros", ha revelado.

"Se hará una excepción con unas gambas procedentes de la Riviera italiana y un vino muy agradable de Sudáfrica, lugar natal de la novia. Como referencia a la patria de la novia la tarta nupcial estará coronada por la protea, la flor nacional de Sudáfrica”. El chef ha declarado que tiene preparado un postre sorpresa realizado con leche no pasteurizada de nueve vacas que pastan en las hierbas aromáticas de Rocagel. "No es un menú formal. No habrá ningún tipo de pescado noble, sino de la pesca sostenible. Tampoco habrá caviar. Nos hemos arriesgado con un menú mediterráneo un poco atrevido", declara el afamado cocinero. ¿Y han probado los novios la comida que se servirá en la cena de su boda? "Sí, y la futura princesa ha apreciado que no haya foie gras", comenta entre risas.

Con información de agencias y Revista Hola

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