En una de las pequeñas callejuelas de Toledo, conocida como la ciudad de las tres culturas encontramos un letrerito que reza: Autentico Mazapán Toledano, la curiosidad nos llevó al número 3 de la calle de Santa Úrsula, para descubrir allí un convento centenario.
Es el Real Monasterio de Santa Úrsula, donde las Madres Agustinas hornean delicadas y deliciosas maravillas dulces. A través de una ventana con celosías, pues son monjas de clausura, la religiosa encargada de la portería entrega los pedidos en un ambiente misterioso y que nos hace sentir como en siglos pasados.
Probamos las Toledanas, elaboradas con harina, manteca de cerdo, azúcar, vino blanco, dulce de cabello de ángel, almendras y chocolate. La masa suave y quebradiza guarda como un tesoro el suave relleno y las crujientes almendras se funden con el sedoso chocolate en una sugerente y tentadora combinación
Resultaron divinas con un café con leche para un suculento desayuno.
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