Es sin duda la arepa más conocida, la más
ansiada y nombrada, la “Reina Pepeada”,
su historia se rastrea hasta mediados de la década de los cincuenta del siglo
pasado. Exactamente 1955.
Ese año una morena flaca y de piernas
largas se coronó, en Londres, como nuestra primera Miss Mundo, se trata de Susana Duijn, que fue la primera
sorprendida por su triunfo, Recordaba la reina, que al finalizar el desfile se
cambió de ropa y fue a sentarse entre el público, segura como estaba del
triunfo de alguna belleza nórdica, y le tocó correr a ponerse el bañador para
ser coronada como exigía la costumbre de la época.
Fue tal el alboroto del triunfo de la
venezolana, que los Hermanos Álvarez,
en su arepera de la Plaza Venezuela vistieron a una de sus sobrinitas como
reinita y pusieron a la venta una nueva arepa rellena con pollo, mayonesa, petit pois y aguacate. Cuentan que por
allí paso el padre de la Miss Mundo y quedó tan encantado que volvió alguna vez
con la soberana mundial de la belleza.
El epíteto “pepeada” se aplica, según el
Diccionario Histórico del Español de Venezuela de Francisco Javier Pérez, a una
persona muy bella y atractiva, y ¿quién más bella y atractiva que Susana?
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