Un par de vascos, cumaneses de corazón,
permiten la llegada a nuestras alacenas de un producto de altísima calidad,
suculento, cuidado y perfecto para resolvernos la vida en estos días de
correcorre.
Es allá, en el estado Sucre, específicamente
en la población de Juana Josefa a orillas del Golfo de Cariaco donde se encuentra
ubicada la planta que procesa los atunes que, pescados por anzuelo, para evitar
traumatismos en la suculenta carne de los pescados, llegan desde alta mar.
Se convertirán por arte del cuidado y la
dedicación de los operarios, en una labor que requiere experiencia y entrega,
pues las piezas se cortan a medida de los frascos y se acomodan manualmente
para evitar que se rompan al extraerlos.
En los anaqueles se encuentran varias
versiones del atún en trozos: desde el más sencillo, en aceite vegetal, hasta la versión en trozos con pimientos de
piquillo, pasando por nuestro caballito de batalla: la presentación en aceite
de oliva.
Perfecto para antipastos, completar
ensaladas, emparedados de lujo o pastas maravillosas, resulta altamente recomendado,
en casa siempre hay un frasco de Atún
Euskal Caribe que nos saca de apuros.
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