Abrió el banquete la crema de castañas con los tropezones de chorizo español, un suculento romance: suave, sedoso y aterciopelado. En copa: Terracota Blanco 2010
De segundo, pero no menos atractivo: Bollo pelón a la Vizcaína. Relleno húmedo y perfectamente cocido de bacalao, blanda yuca y crujiente costra de harina PAN. Lo mejor de dos mundos. En copa: Terracota Blanco 2010
Cambiamos de vino, pasamos al laureado Pomar Tempranillo 2008, para disfrutar la tradicional hallaca caraqueña, equilibrada armonía de sabores, delicada y gustosa masa, brillante y atractiva. Hermoso y sabroso platillo. Completando los sabores navideños del plato principal disfrutamos del lomito de cerdo en salsa de naranja y vino blanco, equilibrado y gustoso, acompañado con unos vegetales maravillosos.
Cerramos con el exquisito postre: Torta de frutos secos, panacota de ponche crema y dulce de lechosa. Los más distintivos sabores de la navidad en un solo plato y servidos con la frescura y sutileza del Pomar Frizzante 2010.
Como siempre José Luis Álvarez combinó con maestría los ingredientes de la cena, su equipo y los cocineros invitados: Carolina Marcano y Gamal Arias Sol, hicieron un trabajo excelente.
Nuestro aplauso a ellos, y a los luchadores de Bodegas Pomar por demostrar una vez más que ¡si se puede!
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