En los años cincuenta Graciela Schael, en su libro La
cocina de Casilda, señalaba al tequeño
como el pasapalo que gozaba de más simpatía y resaltaba lo notorio de su
ausencia en las fiestas y celebraciones. Nadie duda que en este nuevo milenio
la situación en torno al tequeño apenas ha cambiado.
El tradicional pasapalo ha evolucionado y encontrado nuevos
compañeros, salsas, melaos, chutneys, picantes son parte de la bandeja que
todos esperan en la fiesta.
La evolución ha permitido la consolidación
de propuestas de masa de hojaldre, congelados y listos para freír, conservando
un elevado nivel de calidad, este es el caso de Tequeños Las Tías, mujeres emprendedoras que iniciaron su
producción hace ya 20 años, en un
parque infantil, y se han ganado la consideración y aprecio del público y los
grandes cocineros, ganadoras de una mención especial del premio Tenedor de Oro de la Academia
Venezolana de Gastronomía, sus tequeños acompañados de un deliciosos melao de papelón y especias se visten de navidad para las
celebraciones de fin de año.
Foto: David Egui para Tequeños Las Tías
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