El macaron, ese pequeño dulce francés redondo y esponjoso, formado por dos capas de almendra, azúcar y merengue con un suculento relleno, asociado a lujosas sobremesas y seductora tentación se aleja durante unas horas de su exquisita exclusividad para donar los ingresos de sus ventas a una causa humanitaria, me comentó mi amigo pastelero Walter Kovacs.
Este domingo, 20 de marzo, más de 35 pastelerías y cerca de 70 tiendas se unen a esta iniciativa, que viene realizándose desde hace seis años, en invita a los locales a ofrecer un donativo por cada "macaron" que las pastelerías vinculadas a la asociación francesa Relais Desserts regalan a sus clientes.
En Caracas, aunque sin la oferta humanitaria, podemos calmar el antojo al darnos una pasada por Magnolia Bistró donde el Macaron de cacao de Wendoly López satisface hasta al más goloso o por Gourmet Garage, ambos en Los Palos Grandes, donde podemos conseguir los que salen de los hornos de St. Honoré, todos los he probado y me encantaron.
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