



La cola para comprar la tickera era larguísima, casi como cuando se corría el rumor de que había leche o azúcar en un supermercado, pero superado ese escollo se podía caminar entre los pabellones y probar las propuestas que ofrecían las diferentes casas distribuidoras que asintieron al evento.
Comenzamos la noche con la cata de los vinos de Bodegas Trapiche organizada en la carpa de Alianza Gourmet y dirigida por Hector Soucy y Waleska Shumacher. Me gustó mucho el Broquel Bonarda, un vino tinto con aroma floral, notas de caramelo y cerezas, elegante y femenino.
En el posterior recorrido por los diversos pabellones encontré a mis amigas de Casa Oliveira, quienes una vez más me sorprendieron con sus productos. Allí degustamos de la mano de Belkis Croquer un maravilloso Quinta da Aveledo, un “vinho verde” producto de uvas alvarinho, loureiro y trajadura, tiene un hermoso color acitronado, fresco y brillante, con notas de frutas tropicales y suaves flores blancas. Complejo, delicado y persistente.
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